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Figuras ocultas

Curso 2018/2019

Figuras ocultas, está basada en una historia real del pasado. El guión es una adaptación del libro homónimo de la escritora Margot Lee Shetterly. Durante años, Shetterly ha investigado la vida de estas mujeres y sigue haciéndolo porque su objetivo es recopilar todos sus nombres y sus historias.

La película se centra en la vida de tres mujeres negras, amigas y compañeras en Langley. Las matemáticas Katherine Johnson y Dorothy  y la ingeniera Mary Jackson. Tuvo una nominación de los oscars y varios premios.

La NASA participo activamente en la campaña de promoción de la película, organizando actos, proyecciones y homenajes a estas computadoras humanas, en particular a Katherine Johnson, la única de las tres mujeres en las que se basa la historia.

 

La película narra los esfuerzos que tuvo que hacer Mary Jackson (1921-2005) para que le permitieran completar en el estado de Virginia los estudios que la NASA requería a sus ingenieros, pues las leyes de segregación racial le impedían matricularse en ellos por ser negra. En la vida real, Jackson consiguió ser la primera ingeniera negra en trabajar en la agencia espacial en 1958, y no en los primeros años de los 60, como se muestra en Figuras ocultas. Los guionistas se tomaron esa licencia cronológica para poder encajar esta parte crucial de su biografía en el resto de la trama.

Con la llegada de los ordenadores a la NASA, las "computadoras humanas" fueron progresivamente reemplazadas por las máquinas. Sin embargo, una de las escenas muestra cómo en 1962, antes de empezar la misión Frienship 7 para realizar el primer vuelo orbital de EEUU, el astronauta John Glenn pidió que la matemática Katherine Johnson confirmara con sus cálculos manuales que los realizados por la computadora eran correctos.

Según la NASA, la escena también ocurrió en la vida real, aunque con mucho menos dramatismo pues no tuvo lugar instantes antes del despegue, sino con mucha más antelación. De hecho, Johnson tardó un día y medio en completar sus cálculos. Y sí, su resultado coincidió exactamente con el que obtuvo el ordenador, lo que dio la confianza a Glenn y a todo el equipo de que era correcto y podían dar luz verde a la misión

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