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Biografía

Benjamín LÓPEZ GONZÁLEZ

Un poeta no muere mientras se reciten sus versos

 

Nace en Boal, provincia de Asturias, el 7 de noviembre de 1918 y fallece en el Sanatorio Miñor, Oviedo, el 13 de noviembre de 1964. Fue el cuarto de los once hijos del matrimonio formado por Luis López Iglesias y Perfecta González Jardón.

 

A la edad de doce años trabajó como pinche en la construcción del inmueble de cantería de las Escuelas Graduadas que preside la entrada a la villa de Boal según se llega desde Navia. A continuación sigue con el mismo puesto en la edificación del salto de Doiras (1929-1933).

 

En su juventud, en los entreactos de las obras representadas en el teatro Helenias de Boal, interpretaban Benjamín y sus hermanas, especialmente con Amparo, sainetes compuestos en su mayoría por el padre.

 

Al estallar la Guerra Civil, cuando aún no había cumplido los dieciocho años, se incorpora al Batallón Flórez de Sanidad perteneciente al bando republicano, estando destacado por diversos frentes hasta que fue tomada Asturias por los nacionales. Lo hicieron prisionero el 21 de octubre de 1937 y fue excarcelado el 25 de Junio de 1941; pero le faltaban otros tres largos años para cumplir sus obligaciones con la Patria. En total siete años de su juventud.

 

Fue autodidacta en todas sus actividades artísticas que debió perfeccionar en sus años de internamiento. Dibujaba, pintaba y modelaba.

 

Por motivos más bien políticos su familia se marcha de Boal a San Esteban de Coaña, que queda a dos kilómetros de Navia y a veinticuatro de Boal. Se casa con Juana García González, vecina del mismo San Esteban y, a principios de 1947, regresa  a Boal donde se establece de guarnicionero.

 

Son épocas muy difíciles. El oficio, al igual que el de la mayoría de los autónomos, para que resulte rentable exige muchas horas de dedicación. Entre puntada y puntada va hilando verso con verso y formando un poema, otro y otro hasta que su cuerpo dijo basta. En sus obras se hace un análisis de las costumbres tradicionales y del sentir popular con gran sentido del humor. Escribía indistintamente en castellano y en bable del occidente asturiano, siendo más recordado por las obras en el dialecto de la zona. Solo tiene dos de las que él mismo hizo ambas versiones: A bola que brinca y Al Príncipe del Río.

 

En la procesión del Santo Entierro celebrada en la tarde/noche de Viernes Santo en Boal puso de moda iluminar los balcones y escaparates con  ‘cajas-luz’ o ‘cajas-vidrieras’, consistentes en cajas en cuyas tapas de cartón se recortan figuras de la pasión y se recubren esos huecos con papeles policromados. Se iluminan interiormente y hacen las veces de las vidrieras que estamos acostumbrados a contemplar en las iglesias y catedrales.

 

No gozó de buena salud; fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones por problemas digestivos. Fallece, como se dice al inicio, el 13 de noviembre de 1964 a consecuencias de una operación.

 

Benjamín realizaba composiciones poéticas con las que agradar a sus familiares, amigos y paisanos recordándoles su realidad y sus costumbres.

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